RRC/Washington: Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo comercial significativo en Ginebra, marcando una desescalada en su guerra arancelaria. Este pacto, anunciado tras dos días de negociaciones, incluye una reducción temporal de aranceles por 90 días: EE.UU. bajó sus aranceles a productos chinos del 145% al 30%, mientras que China redujo los suyos del 125% al 10%. Este «marco general» busca aliviar tensiones económicas, reducir costos para consumidores y estabilizar cadenas de suministro globales, impactando sectores como electrónica, agricultura y automoción.
El acuerdo establece un mecanismo de consultas económicas liderado por el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, para avanzar hacia un comercio más equilibrado. Ambas partes expresaron optimismo, destacando un enfoque de «cooperación y respeto mutuo». Sin embargo, el acuerdo es temporal y su éxito dependerá de negociaciones posteriores para abordar cuestiones estructurales, como el déficit comercial de EE.UU. con China (295.4 mil millones de dólares en 2024) y las políticas industriales chinas.
Los mercados globales reaccionaron positivamente, con alzas en índices como el S&P 500, Dow Jones y Hang Seng. No obstante, persisten desafíos, como las restricciones de EE.UU. a exportaciones tecnológicas y la resistencia china a ciertas demandas, lo que podría complicar un acuerdo permanente.
El «marco general» comercial entre Estados Unidos y China, anunciado en mayo de 2025 en Ginebra, incluye los siguientes detalles clave basados en la información disponible:
- Reducción temporal de aranceles:
- EE.UU. redujo los aranceles sobre productos chinos del 145% al 30% por un período de 90 días.
- China bajó sus aranceles sobre bienes estadounidenses del 125% al 10% durante el mismo período.
- Esta medida busca aliviar el impacto en los consumidores y las cadenas de suministro globales, especialmente en sectores como electrónica, agricultura y automoción.
- Mecanismo de consultas económicas:
- Se estableció un grupo de trabajo liderado por el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng.
- Este mecanismo tiene como objetivo abordar el déficit comercial de EE.UU. con China (295.4 mil millones de dólares en 2024) y negociar cuestiones estructurales, como subsidios industriales chinos y acceso a mercados.
- Objetivos del acuerdo:
- Promover un comercio más equilibrado y reducir tensiones económicas tras años de disputas arancelarias.
- Estabilizar los mercados globales, con énfasis en la cooperación y el respeto mutuo, según declaraciones de ambas partes.
- Impacto inmediato:
- Los mercados respondieron positivamente, con alzas en índices como el S&P 500 (+2.3%), Dow Jones (+1.8%) y Hang Seng (+3.1%) tras el anuncio.
- Se espera una reducción en los costos de bienes importados, beneficiando a consumidores y empresas en ambos países.
- Limitaciones y desafíos:
- El acuerdo es temporal (90 días) y su prórroga depende de avances en negociaciones futuras.
- Persisten puntos conflictivos, como las restricciones estadounidenses a exportaciones de tecnología avanzada (ej., semiconductores) y las políticas industriales de China, que podrían obstaculizar un acuerdo permanente.
- No se han revelado detalles específicos sobre compromisos en propiedad intelectual, transferencias tecnológicas forzadas o reformas estructurales en China.
- Contexto adicional:
- El acuerdo se produce en un contexto de presión económica global, con EE.UU. enfrentando una inflación del 3.2% y China lidiando con un crecimiento económico del 4.6% en 2024, menor al esperado.
- Ambos países buscan evitar una escalada arancelaria que podría desencadenar una recesión global, según analistas.
- No hay información pública adicional sobre los términos específicos del acuerdo, como listas detalladas de productos afectados o compromisos cuantitativos.
